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Primera jornada (28 de junio)

La suma de esfuerzos como única salida

La crisis económica y política de los últimos años está modificando el rol que desempeñan los países de la Unión Europea y América Latina. Para analizar los retos y debilidades que eso supone, estos días se celebra en Madrid el VI Seminario Unión Europea-América Latina con un mensaje de fondo: la salida de la crisis será entre todos o no será.

Palmira Chavero

 

La cita era en Madrid, pero las miradas estaban también puestas en otras dos ciudades: Cádiz y Santiago de Chile. En Cádiz, por la celebración en noviembre de la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno; en Santiago de Chile, por la Cumbre de la Unión Europea, América Latina y el Caribe que tendrá lugar en enero del próximo año. En un punto o en otro, la idea que late de fondo es la misma: la necesidad de estrechar los lazos entre la Unión Europea y los países de América Latina, con papel especial de España, unos lazos que trascienden lo comercial y alcanzan lo político, cultural y, sobre todo, lo social. Sobre ese mar de fondo se ha celebrado el VI Seminario Unión Europea-América Latina: América Latina y Europa una alianza estratégica en la gobernanza económica global, al que acudieron representantes diplomáticos y comerciales de los principales países de América Latina.

Tristan Garel-Jones, presidente de honor de la Fundación Euroamérica, fue el primero en poner el mensaje sobre la mesa, en alusión a los países iberoamericanos: “Os necesitamos, porque Europa comparte con vosotros valores viscerales. América Latina tiene por delante la tarea de hacer de contrapeso al Viejo Mundo”. Un ejemplo del interés europeo en el mantenimiento de estos lazos es –explicó– la apertura de oficinas técnicas de cooperación en países como Reino Unido. Lone Dencker Wisborg, embajadora de Dinamarca, suscribió tal interés para el caso de su país, actual presidencia de la Unión Europea: “Aunque nuestro papel no es equiparable al de España, para Dinamarca, América Latina es una prioridad en aumento tanto en su vertiente política como en la expansión comercial, por eso estamos incrementando las visitas de alto nivel”, explicó.

En las mesas de trabajo de la sesión “Las lecciones de América Latina a Europa y las lecciones de Europa a América Latina: Un esfuerzo de reflexión sobre el presente y el futuro de la mutua relación”, los representantes de los distintos países mostraron los respectivos atractivos que para las empresas europeas puede tener la inversión en Iberoamérica. En términos generales, Rafael Gelabert, director de Asuntos Regionales de las Américas de la Comisión Europea, recordó algunas de las cifras que sustentan la bonanza económica de la región: un crecimiento del 5% en la última década, que dobla al que se produce en el resto del mundo, y una inversión extranjera en América Latina que en 2011 crecía a un ritmo del 31%. Sin embargo, siguen existiendo fragilidades: excesiva dependencia de la exportación y desigualdades sociales aún sin resolver. Pero el camino, a juicio de los ponentes, pasa por la cooperación: “Tenemos que caminar juntos, de la mano, buscando oportunidades de negocio para salir adelante”, resumió Roberto Eduardo Arango, embajador de Panamá. Y para ello, las políticas nacionales de los estados miembro no son ajenas: “Estamos mirando con atención las medidas del Gobierno español y tomando nota”, añadió.

Por su parte, Ana María Diéguez, embajadora de Guatemala, apeló a los valores culturales como una base sólida para la integración, un capítulo en el que Iberoamérica puede dar lecciones a Europa: “Centroamérica se integró en los años 60, así que nos hemos convertido en garantía de futuro, somos un ejemplo en integración”, expuso Diéguez. En su intervención, reivindicó el papel de Guatemala, a menudo reducido ante potencias como Brasil o México: “Centroamérica también es Latinoamérica, tenemos una economía fuerte y un sistema regulatorio y jurídico consolidado. Además, tenemos una posición geográfica muy positiva para servir de nexo entre México, América del Sur y Europa: desde Centroamérica se tiene acceso a todos los mercados”. En términos macro, parece consensuada la necesidad de estrechar lazos pero, ¿cómo se logra? Francisca Méndez, encargada de Negocios de la embajada de México, trató de arrojar algo de luz: “Uno de los problemas más difíciles es que no nos conocemos: los europeos no entienden muchas cosas de Iberoamérica y nosotros no entendemos parte de la idiosincrasia europea”. Y no es tarea sencilla, toda vez que estamos en un punto de inflexión, en el que la Unión Europea y América Latina están cambiando sus papeles en materia económica: “Estamos acostumbrados a ver las grandezas de Europa y ahora estamos viendo sus debilidades”, apostilló Méndez. Un diagnóstico en el que coincidía Aminta Buenaño, embajadora de Ecuador: “Por primera vez no somos parte del problema, sino de la solución”, pero una justa redistribución de la riqueza sigue planeando como la gran asignatura pendiente de la región iberoamericana. “Para mantener el crecimiento económico en el tiempo hace falta más cobertura sanitaria y en educación, disminuir la pobreza, lograr una mayor inclusión social, desarrollar programas que atraigan el talento, mejorar la inversión pública y privada, etc.”. En definitiva, que el crecimiento económico revierta en la sociedad, en aras de lograr una redistribución de la riqueza que acerque a los países a un Estado del bienestar fortalecido y que dé cobertura a todos los ciudadanos. “El crecimiento económico no es cuestión de una década, hay que seguir trabajando”, advirtió Francisco Eguiguren, embajador de Perú. Y eso alcanza a todas las capas de la economía, desde las grandes empresas hasta las pymes, pero también ha de llegar a todas las capas sociales: “Los pueblos indígenas han sido históricamente castigados, y estos mecanismos de participación europea ayudan a mitigarlo. Son necesarios para poner fin al racismo y a la discriminación”, advirtió Edgar Pinto, ministro consejero de la embajada de Bolivia. Pero el Estado no puede quedar al margen cuando se trata de buscar la igualdad y cohesión social.

La educación como pilar

La sesión “Por un espacio euro-latinoamericano de innovación y conocimiento. El crecimiento y la redistribución del ingreso a partir de la educación y la innovación. La inversión en capital humano como base de la cohesión social y el desarrollo económico” fue un foro de reflexión sobre el capital humano, un valor intangible infravalorado en la mayoría de las veces. “El medidor de la riqueza económica son las personas”, resumió Ignacio Atorrasagasti, subdirector adjunto de Relaciones Internacionales y con Europa. A partir de esa idea, desarrolló el “triángulo del conocimiento” como la base del progreso: investigación, educación e innovación. Para su desarrollo se puso en marcha en 2008 el Instituto Europeo de Tecnología, que ya trabaja en áreas concretas: la energía, el cambio climático y las tecnologías de la información y el conocimiento. En los próximos años, avanzó, se extenderá a otras como el transporte sostenible, la fabricación avanzada, la seguridad, etc.

Félix García Lausín, comisionado de la Unidad Coordinadora para el Espacio Iberoamericano del Conocimiento, profundizó en la importancia de la transferencia del conocimiento, para lo que es necesario crear una red de redes que fortalezcan los sistemas nacionales de cooperación e investigación. Permitir la movilidad de universitarios, docentes, investigadores y científicos es para ello un mecanismo ineludible, siempre que se ponga en marcha de la manera correcta. En su intervención, aportó una visión distinta a la manida sobrecualificación: “Lo que existen no son trabajadores sobrecualificados, lo que hay es un sector productivo infracualificado”, sentenció. El objetivo, siempre, la excelencia. En esta línea resultó la intervención de Carmen Madrid, adjunta a la dirección de la European Reserach Area, quien detalló las cinco prioridades del organismo europeo de investigación: “Lograr sistemas nacionales de investigación más efectivos; cooperar y competir en condiciones óptimas a nivel transnacional; desarrollar un mercado abierto de trabajo para los investigadores; alcanzar la igualdad de género y la inclusión en líneas de investigación y conseguir una circulación y transferencia del conocimiento óptimas”. La portabilidad de las becas y subvenciones, desarrollar sinergias con otros programas europeos, aumentar la movilidad de los investigadores, abrir el acceso a las publicaciones y datos y promover la investigación pública son sólo algunas de las herramientas que ayudarían a alcanzar estos objetivos. “No se trata de absorber planes nacionales de investigación, sino de trabajar juntos de manera más eficaz”, indicó Madrid. Sin mencionar los graves recortes que acaba de aprobar el gobierno español en materia educativa, Mª Ángeles Muñoz, subdirectora general de Promoción Exterior Educativa, destacó la necesidad de generar nuevos métodos para desarrollar el talento e hizo una defensa de la “Formación Profesional con mayor participación de las empresas”, defendiendo al tiempo la innovación desde los primeros escalones del sistema escolar.

Para completar la educación de los jóvenes, Rudy Araujo, secretario general de la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas, abogó por un “sistema de educación financiera” para que, desde una edad temprana, los ciudadanos empiecen a relacionarse con conceptos con los que se encontrarán en el día a día. “¿Cómo va a entender una persona jubilada las fórmulas que se incluyen en las cláusulas de los créditos?”, se preguntó. Buen conocedor del sistema financiero, defendió la necesidad de un sistema de regulación y supervisión bancario, porque “los bancos juegan a la ruleta rusa con dinero que no es suyo”. “Los estándares internacionales están cambiando por la crisis y tenemos que estar preparados para vivir con ellos. Lo importante es lograr una buena gestión de la banca y una buena gestión de los riesgos”, resumió.

La crisis nos sitúa frente a un cambio de paradigma mundial, en el que los roles se están modificando y los cambios se suceden a una velocidad más rápida de la que a veces logramos asumir. En palabras de Benita Ferrero-Waldner, presidenta de la Fundación Euroamérica , “estamos asistiendo a un cambio gradual pero constante en la arquitectura de poder, y eso atañe a la gobernanza pero también al sistema financiero. Hay que hacer un esfuerzo común para enfrentar retos comunes”. En suma, del foro se desprende un mensaje optimista para enfrentar una situación compleja que plantea importantes retos transnacionales. Sin embargo, el escenario es aun más complejo, por cuanto las medidas tomadas llevan la senda contraria: disminución de la inversión en cooperación, educación, e investigación, programas de formación que, en no pocas ocasiones, distan mucho de las necesidades que se plantean sobre el terreno y, en definitiva, una realidad que demuestra que, en un contexto de crisis, el día a día es el medidor más certero del progreso futuro y en el que una justa redistribución de la riqueza se torna el elemento fundamental en aras de la cohesión social. Y es que, para entender el contexto económico internacional que enfrentamos, hay que interpretar los datos de la manera adecuada: que dos personas hayan comido de media dos pollos no significa que cada una de ellas haya ingerido uno.

 

 Segunda jornada (29 de junio)

Las pymes y el Pacífico, nuevas claves en la relación entre América Latina y la UE

 

Con la Cumbre de Cádiz en el horizonte, que servirá para valorar el camino de las conexiones políticas y económicas entre los países iberoamericanos, las relaciones entre una UE en crisis y una América Latina en expansión pasan por las pequeñas empresas así como por no descolgarse del nuevo eje del Pacífico.

M. A. Fernández

 

Las pymes fue el primero de los tres temas centrales que se abordaron en la segunda jornada del VI Seminario Internacional Unión Europea–América Latina, titulado ‘América Latina y Europa, una alianza estratégica en la gobernanza económica global'. El objetivo concreto era analizar la situación de las pymes españolas para lanzarse al exterior e internacionalizarse, un gran desafío. Si hace 20 años fueron las grandes compañías españolas, ahora transnacionales, las que iniciaron su camino exterior llegando a Latinoamérica, es el turno de las pequeñas y medianas empresas, que tienen en la apertura de fronteras una posible salida para la crisis.

Pero el camino no es fácil, sino que está lleno de retos y desafíos, sin olvidarse de que las transnacionales “no ejercen función tractora”, en palabras de Gonzalo Garnica, secretario general de CEPYME (la Confederación Empresarial de Pymes dentro de la CEOE), quien también ofreció algunas claves en este sentido. En primer lugar, el tamaño de las empresas puede ser un hándicap, ya que en España existen sobre todo micropymes; por tanto, la cuestión es ¿cómo adquirir tamaño? “Estamos investigando por qué los empresarios españoles son reacios a fusionarse, piensan que si no tienen el 51 por ciento de la compañía están vendidos”, se autorrespondió Garnica. La poca sofisticación o la pérdida de financiación que ha sufrido el ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior) son otros de los retos. Pero sin duda el más importante, atendiendo al número de veces que se puso sobre la mesa durante el seminario, es la financiación o capitalización de estas compañías. “La escabechina actual [en referencia a la desaparición de pymes] se debe a la falta absoluta de financiación, porque estaba basada en recursos ajenos como créditos”, finalizó el representante de la CEOE.

Insistió también en este punto Javier Lancho, socio-director del Área de Transacciones de Deloitte. Ante el problema de financiación, es importante decidir qué tipo de expansión se quiere realizar: ante lo complicado de las adquisiciones, recomendó otros modelos como fusiones, acuerdos comerciales o joint-venture . Entre los retos insistió Lancho en la importancia de la toma de decisión: “Las pymes deben tener una decisión fuerte de expansión. Ir de perfil no es nada, no tendrá resultados. Hay que mandar a los mejores profesionales e invertir tiempo y dinero”. Identificar a un equipo gestor adecuado integrado por “gente de aquí y de allá” es fundamental para realizar la empresa con éxito.

Una vez relatados los problemas hay que conocer las ventajas de ‘saltar' el Atlántico. Lancho recordó que en América Latina aún hay sectores que no han alcanzado todo su potencial y, por tanto, “hay que aprovechar para ir con nuestras empresas”. Y ofreció algunos datos: la región América Latina-Caribe ha crecido el último año alrededor el 3 por ciento, cifra que se espera repetir para 2012; un tercio del empleo formal en América Latina es de pymes y un cuarto del PIB. El representante de Deloitte también recordó el proyecto Al-Invest, de la Comisión Europea , que apoya a la internacionalización de pymes en América Latina y al que ya se han acogido más 87.000 empresas.

Una lectura positiva también ofreció la directora de área Cuenta del Estado y Operaciones por Cuenta del Estado de CESCE, Beatriz Reguero. “Actualmente muchas pymes , sobre todo constructoras, están entrando en América Latina. Por ejemplo, existe una importante capacidad de contratación en Perú, donde hay una gran capacidad de crecimiento”. Reguero recordó que el riesgo de inversión actual en la región latinoamericana es aceptable, debido al proceso de mejora institucional y macroeconómica de los últimos años, con la excepción de Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador.

Manuel Malaret, director de Promoción de Pymes y Microempresas del CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, participó en esta mesa ofreciendo datos de las pymes de América Latina. “Las micro y pequeñas empresas son más del 90 por ciento de las empresas de América Latina y más de la mitad de la mano de obra”. El experto explicó también el problema de la financiación en el subcontinente así como la situación de la bancarización o inclusión financiera, campo en el que queda mucho por avanzar. “Europa puede aprender mucho de América Latina; aunque lo importante no está en dar lecciones sino en investigar conjuntamente”, añadió.

La mesa redonda sobre internacionalización de pymes finalizó con dos conclusiones principales: el acceso a la financiación, que es un problema a la vez que un reto; y la capacidad de liderazgo para la gestión de este importante proceso.

Los retos de la Cumbre de Cádiz

Tras este primer análisis llegó el turno de conocer los entresijos que conlleva la preparación de la Cumbre de Cádiz, segundo tema de la agenda del día. Bajo el lema ‘Una relación renovada en el bicentenario de la Constitución de Cádiz', la ciudad andaluza acogerá, el 16 y 17 de noviembre, la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Diego Bermejo Romero de Terreros, embajador en Misión Especial para las Cumbres Iberoamericanas y Asuntos Multilaterales de Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, explicó que algunos de los asuntos principales de la cita son dar un impulso renovado al proceso de las cumbres y a las relaciones de España con Iberoamérica, así como abordar las políticas de crecimiento económico, eje transversal del toda la Cumbre de Cádiz.

La cita tendrá cinco ejes principales, y cada uno de ellos contará con una reunión ministerial previa: fortalecimiento institucional, impulso a la creación de empleo, desarrollo de infraestructuras, educación y cultura, y promoción de pymes . Además, por primera vez se celebrará en el marco de las cumbres una reunión de ministros de Interior, con el objetivo de abordar las políticas de seguridad para el buen funcionamiento del estado de derecho y para el crecimiento económico. A todo ello, habrá que sumar los foros paralelos que tratarán temas como el constitucionalismo, la descentralización y las pymes. En este último se trabajará sobre la idea de España como eje articulador o pivote de las relaciones entre las pymes latinoamericanas, las del Norte de África y la de la Península.

La reflexión personal de Romero de Terreros al respecto de esta Cumbre es que debe servir para “sentar las bases de una relación renovada basada en la absoluta igualdad y respeto mutuo”; y que es una “magnífica oportunidad para que los socios continentales entiendan la nueva Iberoamérica y se distancien de los estereotipos del pasado”. No hay que olvidar empero algunas sombras que acechan al encuentro, como las relaciones con Argentina así como la situación de Paraguay tras un rápido y cuestionado cambio de gobierno. “La situación debe mejorarse”, reconoció el embajador. “Las cumbres están para algo aunque la gente diga que no. Es mejor hablar estas cuestiones en un foro en el que están todos, por lo que podemos decir que la situación es más un aliciente que un problema”, finalizó.

“Hace unos años la UE crecía deprisa y América Latina vivía la ‘década perdida'. Ahora la situación es la contraria (…) También ha pasado esto en los procesos de integración. América Latina está llena de procesos de integración y la UE…. América Latina mira hacia el Pacífico y Asia, tiene la vista puesta en China”. Con este breve resumen el embajador centró la situación actual de las relaciones América Latina-UE, otro de los temas abordados en su intervención. Por tanto sus palabras sirvieron de engarce entre la internacionalización de las pymes (primer asunto abordado de la jornada) y el auge de la ‘región Pacífico' (asunto de cierre del seminario).

China es el mayor mercado de exportación de Brasil y pronto será el segundo socio comercial de la región, sustituyendo a España, apuntó Romero de Terreros, por un lado. Mientras que subrayó, por otro, la importancia de que España sea puente de las empresas latinas que quieren entrar en la UE y la necesidad de una segunda ronda de inversiones de España en América Latina.

La ‘región Pacífico', nueva protagonista

Las relaciones económicas América Latina-UE, las empresas ‘multiibéricas' y el auge de la ‘región Pacífico' fueron los asuntos abordados en la mesa redonda que sirvió de cierre de jornada y del VI Seminario, organizado por la Fundación Euroamérica , con el apoyo de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la Comisión Europea , la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y con la colaboración de la empresa Wincor Nixford.

“América Latina es cada vez más un factor de equilibrio del balance para las empresas europeas, por los ingresos que entran del negocio allí”, comenzó su intervención José Antonio Silva e Sousa, presidente de la Fundación Luso-Española , y moderador de la mesa. Para el portugués, esto supone un factor de ingresos, de capital y de financiación empresarial para las compañías europeas. En su corta pero concisa intervención apuntó un fenómeno relevante para analizar la situación actual: la inversión de empresas latinoamericanas en Europa, lo que “puede obligar a cambiar la mentalidad de los empresarios europeos”.

Salvador Arriola, secretario para la Cooperación Iberoamericana de la SEGIB, puso énfasis en las relaciones económicas y comerciales establecidas recientemente entre algunos países de la región latina, como Brasil y México, algo que calificó como “presencia silenciosa pero con un vigor muy importante”. Para Arriola los retos, y los caminos por los que transitar, son la necesidad de crear un espacio empresarial latinoamericano, provocar alianzas, crear empresas multiibéricas “que pongan el pie en el Pacífico” y, por supuesto, incentivar la presencia de las pymes .

Respecto a la cuestión del Pacífico, como nuevo eje económico, el secretario de la SEGIB recordó la creación del ‘Trans-Pacific Partnership' que, impulsado por Australia, tiene como miembros a México, Chile y Perú y supondrá el 26 por ciento del PIB mundial así como el bloque comercial más grande del mundo. En esta mesa de debate también se abordó ampliamente la presencia y las relaciones de China como América Latina, relaciones que van más allá de lo económico ya que tienen un componente político muy importante.

La visión más empresarial llegó de la mano de Antonio Cortina, director adjunto del Servicio de Estudios del Banco Santander, y de Javier López-Bartolomé, presidente de Américas&Iberica de Wincor Nixdorf, una compañía multinacional de origen alemán dedicada principalmente al negocio de los cajeros automáticos.

Finalmente, el director de Economía y Estructura Financiera de Telefónica, Juan Antonio Mielgo, hizo un repaso clarificador de la situación financiera de América Latina y las relaciones económicas del subcontinente con Europa. Sobre la inversión de la UE, el economista explica que no existe un patrón común, aunque sí suele ser una inversión con valor añadido y “derrame tecnológico”. Por ejemplo, en el caso de España, la mitad de las inversiones son en telecomunicaciones. Mielgo mencionó también el papel creciente de las empresas multilatinas, cuyo acervo en el exterior es de casi 140.000 millones de euros.

Se puede afirmar, por tanto, que parte del futuro económico pasará por las relaciones Sur-Sur y por el aumento de peso del eje Pacífico. Sin olvidar que “el futuro de las clases medias está en el mundo emergente, quien quiera captar mercado debe estar allí”, concluyó Mielgo.

El cierre corrió a cargo de José Ignacio Salafranca, presidente de la Asamblea Eurolat y eurodiputado del Partido Popular Europeo, quien recordó los acuerdos de asociación de la UE con México y Chile, así como el recientemente firmado con América Central, además de las negociaciones que se están haciendo con el Mercosur. “Estamos pasando de una agenda bilateral a una agenda global”, concluyó. Las constantes menciones al Pacífico, a Asia y concretamente a China durante el seminario son buena muestra de ello.