Pendás comenzó su exposición indicando que fueron 24.590.557 los españoles que ejercieron su derecho al voto en las pasadas elecciones de 20 de noviembre de 2011. Este dato demuestra que a pesar de la desafección y el desencanto que se percibe por parte de la ciudadanía de las instituciones, la participación de ésta en las elecciones ha sido alta (7 de cada 10 españoles). Ante esta situación, cabe aplicar buen sentido y prudencia y ser conscientes de la creciente demanda participativa en las democracias representativas.

El invitado de honor hizo algunas reflexiones sobre los distintos poderes del Estado:

– Hay una creciente huída del Derecho Público, que introduce numerosas trabas, por lo que cada vez se recurre a diferentes fórmulas jurídico privadas.

– Parlamento: ha perdido muchas de sus funciones, con exceso de leyes y burocratización, así como reiteración de los debates

– Jueces: antes eran la voz muda de la Ley, ahora tienen nombre y apellido y una excesiva notoriedad, en ocasiones jaleados por los medios de comunicación.

– Internet y nuevas tecnologías: surgen nuevas élites que van desplazando a los que se mueven en el medio clásico.

En cuanto a la situación de España, comentó que está atravesando tiempos internos difíciles, donde los poderes son cada vez más lejanos y distantes. Cuando discutimos el tema territorial hay que diferenciar los problemas de organización, de distribución de competencias, que son problemas técnicos, jurídicos y económicos, del ataque frontal a la Constitución y a la Soberanía del Estado. Ante esta situación, Benigno Pendás entiende que la respuesta institucional que se da es contundente y es la correcta. Sin embargo habría que mejorar la respuesta política, ideológica e incluso económica (por ejemplo, con estudios sobre lo que se perdería económicamente con la independencia).

En el coloquio posterior los asistentes hicieron varias preguntas y observaciones al invitado de honor, como:

– La posibilidad de reformar la Constitución, ya que más de la mitad de los españoles pertenecientes a la población activa, por razón de edad no han votado a la Constitución de 1978.

– La necesidad y conveniencia de hacer una política activa en vez de reactiva, reformulando un proyecto nuevo de España que vuelva a ilusionar, ya que nuestro país cuenta con numerosos argumentos para ello.

– Ante la crisis que existe actualmente en la clase política, la conveniencia de celebrar elecciones primarias.

En los últimos años se están produciendo un gran número de cambios drásticos y desde el sistema institucional no se están dando respuestas. España sigue siendo, a pesar del crecimiento de otras fuerzas políticas, un país bipartidista y son los dos principales partidos los que deberían llegar a un acuerdo para afrontar y dar respuesta a los cambios que la sociedad está demandando. El verdadero problema en España es de Timing.