Coloquio online con Raquel Chanto y Rotsay Rosales-Valladares
Costa Rica: Un nuevo rumbo
26 de abril de 2022
BIOGRAFÍA Raquel Chanto | ASISTENTES: | |||
BIOGRAFÍA Rotsay Rosales-Valladares |
RESEÑA
El Vicepresidente de la Fundación, José Ignacio Salafranca quiso destacar, antes de dar paso al análisis de las elecciones en Costa Rica, que el país tiene una añeja tradición democrática, unas sólidas instituciones y unos altos indicadores de desarrollo humano reconocidos a nivel mundial.
En su intervención, la analista política Raquel Chanto desarrolló los aspectos estructurales que, a su juicio, determinaron el resultado electoral: Un proceso de desalineación política, el debilitamiento de las identidades partidarias, el progresivo desprestigio de la clase política, la desafección ciudadana y fisuras socio demográficas y socioeconómicas a las que se sumaron coyunturas específicas, como el rechazo hacia la figura del ex presidente José María Figueres, contrincante de Chaves, a quien la población recuerda por un escándalo de corrupción en 2004 y algunas políticas controvertidas implantadas durante su mandato (1994-1998); en contraste con la sanción por acoso sexual en el Banco Mundial que tenía Chaves quien, sin embargo, logró posicionarse como experto internacional en el manejo de la economía y capitalizó su escasa trayectoria política.
Sobre la integración de la región centroamericana, Raquel Chanto reconoció que las velocidades de la integración política y la integración económica están un poco divorciadas y que la percepción de la debilidad institucional democrática de la región carcome cualquier esfuerzo de mayor integración comercial. Si pensamos en integración centroamericana como un esfuerzo en general de integración regional, no va bien; el mercado común centroamericano sin embargo es relativamente exitoso, es una de las subregiones en el mundo en desarrollo que están más integradas comercialmente. Anotó que todavía no ha habido una manifestación clara de lo que será la política exterior costarricense.
Rotsay Rosales-Valladares por su parte, planteó el interrogante de si este nuevo presidente y su equipo de gobierno representan o no un desafío para la institucionalidad y para la gobernanza democrática en Costa Rica. Reflexionó sobre cómo se involucran con la política y a través de qué mecanismos lo hacen los costarricenses, ya que hoy no lo hacen por los canales institucionales tradicionales. El problema de la democracia consiste en que está siendo considerada cada vez como menos relevante, porque ya no resuelve los problemas fundamentales. Estos problemas, observó, tienen que ver cada vez menos con el progresismo social, nuestro interés por lo público es cada vez menor, dijo. Hoy nos interesa lo público en tanto nos afecte pero no tenemos ninguna o por lo menos mayoritariamente, no tenemos una tendencia natural hacia la solidaridad, hacia el involucramiento con la polis y pasa la política por otras instancias que nada tienen que ver con la institucionalidad formal y democrática. Sin embargo apuntó que el país todavía tiene una inercia institucional que pasa por el Estado de Derecho. Subrayó la importancia de la Asamblea Legislativa que se conforma de manera simultánea con las elecciones presidenciales. También resaltó el cambio de tono del discurso del presidente electo, llamando a la conciliación y al diálogo el día en que se conocieron los resultados.
En el coloquio posterior participaron la embajadora de Costa Rica en España y el Embajador ante la Unión Europea entre otros asistentes, reflexionando sobre el estado de la democracia y cómo llamar nuevamente a los ciudadanos a participar en política y en los procesos democráticos.