La educación superior desempeña un papel clave en el desarrollo y la prosperidad futura de Latinoamérica, así como de Europa. Es uno de los principales motores de la productividad laboral y de la competitividad de las economías de ambas regiones.

Sin embargo, Latinoamérica afronta grandes retos para dar el salto de calidad necesario que le acerque a las economías más avanzadas. Y ello pese a que el acceso a la educación superior ha mejorado sensiblemente en la última década.

El acceso a la educación sigue estando en niveles muy bajos, y se disfruta de forma muy desigual entre las distintas capas de la población. Además, la calidad es inferior a los estándares internacionales, hay un importante déficit educativo en el campo digital y existe una clara brecha entre lo que demanda el mercado de trabajo y lo que ofrecen las instituciones educativas.

El cambio tecnológico y la llegada de las nuevas tecnologías son una buena noticia para la región. Es preciso aprovechar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para reforzar los sistemas educativos, la difusión de conocimientos, el acceso a la información, el aprendizaje efectivo y de calidad, y una prestación más eficaz de servicios. El e-learning ofrece la posibilidad de superar los escollos que afronta la región, mejorando el acceso, asegurando la calidad y conectando mejor el mundo del trabajo con la empresa. En todo ello, las empresas privadas tienen un papel determinante que jugar en los próximos años.

Por todo lo anterior, Bertelsmann España y la Fundación Euroamérica organizan este encuentro con el objetivo de debatir, desde diferentes puntos de vista, este tema que consideramos de enorme importancia.

Las nuevas tecnologías en la educación: un camino de oportunidades y desafíos

La segunda jornada de debate co-organizada por Fundación Euroamérica y Bertelsmann ha girado en torno al papel de las nuevas tecnologías en la educación, tanto  en el desarrollo de los países de América Latina como en Europa. Desarrollo económico, empleo e inclusión social son los retos de un sector en constante cambio.

J. M.

Se inició la jornada ‘Las tecnologías en la educación. Desafíos en América Latina y Europa’, celebrada el 13 de noviembre en el Espacio Bertelsmann en Madrid, con las palabras de Marc Puškarić,  próximo Director General de Bertelsmann Brasil, quien insistió en la importancia de las nuevas tecnologías para superar la brecha del desigual acceso a la educación porque “permiten a todos acceder a una educación de más calidad y de forma personalizada”.

Recordó que Bertelsmann lanzó el pasado mes de septiembre su nueva división educativa, presentada en Nueva York, que esperan convertir en el tercer pilar de la compañía, junto a los medios de comunicación y a los servicios.

“La educación es un motor del crecimiento económico, pero también de inclusión social y de reducción de la desigualdad. Es fundamental entenderla como un vector de cohesión social”, resaltó Benita Ferrero-Waldner, presidenta de la Fundación Euroamérica en sus palabras de inauguración.

Educación, crecimiento económico, nuevas tecnologías e inclusión social fueron los cuatro ejes sobre los que se desgranó la actual situación de los sistemas educativos en los países de América Latina y Europa, los cuatro pilares de la intensa mesa de debate organizada por la Fundación Euroamérica y Bertelsmann, en la que tuvieron eco más de una decena de voces expertas.

En una etapa de cambio e innovación tecnológica constante, la educación, base de cualquier sociedad, no puede quedar al margen de estos cambios de modelos y herramientas de aprendizaje, subrayó Ferrero-Waldner durante la primera intervención del día. Ahora bien, la conjugación de nuevas tecnologías en la educación no debe olvidar la importancia de lograr una mejora en el acceso a etapas educativas superiores y un aumento de la calidad. Y es que, según recogieron los organizadores, la calidad educativa en América Latina es inferior a los estándares internacionales, hay un importante déficit en el campo digital y existe una brecha entre lo que demanda el mercado de trabajo y lo que ofrecen las instituciones educativas.

“En este contexto de cambio permanente, las personas que trabajan en las empresas son su activo más valioso. Y los nuevos puestos requieren nuevas cualidades. Así lo entienden las grandes corporaciones y empresas”, añadió la presidenta de la Fundación Euroamérica, organización que lleva 16 años analizando la situación y el progreso del subcontinente americano.

Los datos y las cifras centraron la intervención de la Secretaria General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan, quien recordó que el porcentaje de alumnos matriculados en el continente se ha duplicado en diez años, pasando del 20 al 40 por ciento. Países como Cuba, Venezuela, Argentina y Chile tienen tasas de matrículas superiores al promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Eso sí, los porcentajes esconden gran diversidad y diferencias entre Estados. “La notable reducción de la pobreza registrada, con unos 60 millones de personas que salieron de la pobreza durante la última década, ha sido un factor fundamental. Hemos tenido expansión del gasto público y una mayor incidencia en la economía de actividades relacionadas con el conocimiento”, apuntó Grynspan.

Entre las tareas pendientes, la secretaria general iberoamericana enumeró la inversión (“se ha creado una brecha entre el incremento de la matrícula y el más modesto incremento de la inversión en educación”) y la calidad. Unas deficiencias en ocasiones solventadas por la inversión privada: “Casi la mitad de los estudiantes en América Latina están en la educación privada, mientras que la media de los países de la OCDE es de un tercio. De hecho, hay estudiantes de bajos recursos que sólo pueden acceder a las privadas; hay que reconocer ese papel”.

“Vivimos en un momento fascinante para la educación, quizá sólo comparable a la invención de la imprenta. América Latina está bien posicionada para aprovechar este momento, pero tendremos que incrementar nuestra inversión. Confío en que nuestra región sabrá salir al encuentro del futuro, con la educación en el centro de toda estrategia de desarrollo”, finalizó la que fuera Vicepresidenta de Costa Rica, quien puso sobre la mesa la importancia de la movilidad académica entre países y el aprovechamiento tecnológico.

Nuevas tendencias educativas

Precisamente las nuevas tendencias educativas, marcadas por la irrupción y por el uso de las nuevas tecnologías, sentaron en el primer debate al rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned), Alejandro Tiana; al Director General de Programas Educativos y Culturales de la Organización de Estados Iberoamericanos (EOI) para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Carlos Abicalil; al representante en Europa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Alejandro Álvarez; al analista en la Dirección Education and Skills de la OCDE, Carlos González-Sancho, y al CEO de Executive Education y profesor del IE Business School, Joaquín Uríbarri.

Tres son los grandes retos con los que abrió la intensa mesa el moderador, el director general de Grupo Rooter, Conrado Castillo. Por un lado la incorporación de mil millones de personas a internet en los próximos seis años; por otro, la estructuración de la amplitud de contenidos disponibles en la red; y finalmente, la aparición de nuevas carreras y profesiones que aún ni siquiera se sabe van a existir. Por todo ello, “la formación tiene que ir muy rápida” para adaptarse a los constantes cambios, indicó Castillo.

Con la experiencia de más de 40 años en la educación universitaria a distancia, el rector de la UNED recordó que la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a la educación superior se ha producido por oleadas y mediante tanteos y titubeos. En algunos campos, como la gestión, no ha sido una tarea excesivamente complicada; de hecho, Tiana recordó que ha sido el primer rector de una universidad española elegido por votación electrónica. Pero en otros campos la tarea es más ardua, como en el cambio de modelo de aprendizaje o en la investigación. ¿Qué significa aprender en este contexto?, ¿y dar capacidad de formación?, se preguntó Alejandro Tiana, interpelando al público asistente.

Carlos Abicalil, por su parte, recordó que la educación tiene fronteras poco definidas y que son muchos los factores y actores que forman parte de ella, por lo que recomendó “mirar más allá de los sistemas organizados bajo leyes de control educativo”. En su amplio análisis, el representante de la EOI habló de intersectorialidad y de transversalidad: “Hay que crear redes universitarias y no sólo universidades por sí solas. Esto significa conformar pactos globales e internacionales”.

Tras hacer un repaso de lo que hace el BID en el ámbito de la educación, Alejandro Álvarez dejó una idea clara: las tecnologías no funcionan por sí solas. “Nuestros expertos han analizado 15 programas en todo el mundo y la evidencia es que muy a menudo las nuevas tecnologías no son tan eficaces. Son los programas guiados los que tienen más eficacia. Cuando la educación con nuevas tecnologías es guiada, el impacto es cuatro veces mejor del que da la tecnología sin apoyo. Eso sí, debe ser un uso guiado de calidad para que no genere más complejidad”, relató.

El analista González-Sancho dinamizó la discusión con datos. “La tecnología es costosa; y eso repercute en las escuelas. Si comparamos la evolución de los diferentes países, los que más han mejorado no son precisamente aquéllos donde más computadoras hay sino más bien lo contrario”, arrancó su intervención. Aunque, eso sí, no olvidó las excepciones: México y Brasil. Y continuó: “Los alumnos que están por debajo de la media de utilización de la tecnología son los que mejores resultados obtienen”. Y añadió dos mensajes importantes: el uso moderado de las TICs es el que se correlaciona con los mejores resultados, mientras que un uso muy frecuente lo hace con los peores resultados.

Por todo ello apostó por la cautela en los análisis y explicó algunos casos de éxito, como los laboratorios virtuales o remotos, citando el ejemplo de una aplicación desarrollada por la universidad de NorthWestern (Estados Unidos), llamada iLab Central. “La tecnología es costosa y puede ser efectiva, pero hay que ver si está reemplazando a otro tipo de procesos. Los modelos exitosos son aquéllos en los que la tecnología ofrece apoyo a aquellas prácticas que están bien diseñadas. La implementación efectiva, sus retos, no son de coste ni tecnológicos sino pedagógicos, es decir, el software es una condición necesaria pero no suficiente.”, insistió al final de su intervención.

La mesa terminó con las palabras del profesor Uríbarri, quien resaltó la relación del IE Business School con las nuevas tecnologías, un camino conjunto que arrancó allá por el año 2000 con la creación del e-Learning Net: “Fuimos pioneros en estudiar, aplicar y experimentar en este campo”.

Con el turno de preguntas se abrió el debate, centrado en la parte negativa que pueden tener las nuevas tecnologías, sobre todo su abuso, y en cómo puede variar el rol del profesorado en este nuevo panorama. “Siempre hay riesgos pero no hay que temerlos sino prevenirlos y tomar decisiones”, sintetizó Marc Puškarić .

Competitividad y productividad

La segunda mesa relacionaba la formación con la competitividad y la productividad. “La aplicación de las nuevas tecnologías está jugando ya un papel determinante en todos los retos de la educación. Nada es blanco ni negro sino que hay tonos grises”, comenzó el director gerente de la Fundación Universidad-Empresa, Fernando Martínez, moderador de esta segunda parte del debate.

El turismo, su peso económico y la importancia de la formación de los trabajadores del sector, fue el asunto abordado por el representante de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y director ejecutivo de Themis Foundation, Omar Valdez. Y es que, la OMT reconoce la educación y la formación en turismo como uno de los principales medios para mejorar la competitividad de los países. “Representa la primera exportación de servicios en los países menos adelantados. Uno de cada once empleos en el mundo está relacionado directa o indirectamente con el turismo, que resulta ser un sector de entrada laboral para grupos menos favorecidos”, resumió.

El experto explicó la brecha que existe en su sector entre la formación y la realidad laboral: “La oferta educativa está completamente al revés, centrada en la formación universitaria, en la formación al más alto nivel. Se está educando a futuros dirigentes en cosas muy poco operativas, prácticamente enfocadas a formar directores nacionales de turismo, cuando cada país sólo necesita uno”, ejemplificó.

El desequilibrio entre formación y mercado laboral también fue analizado, más centrado en el caso de Brasil, por Marc Puskaric, presidente además del Consejo de Administración de AfferoLab. Su apuesta fue el llamado blendedlearning, la modalidad que mezcla la formación on-line con la presencial. Bajo su punto de vista, es más flexible y eficiente, reduciéndose asimismo en más del 40 por ciento los gastos, al tiempo que crece la efectividad de la educación.

¿Formar para hoy, para el pasado o para el futuro?, se preguntaba retóricamente por su parte la directora corporativa de operaciones en Telefónica Educación Digital, Paloma Barba. Para responder ahondó en el trabajo que se hace en su organización: “Optamos por el social learning y el ubiquitouslearning, para que nuestros usuarios se formen donde quieran. Hemos creado plataformas sociales que intentamos que difundan las universidades españolas, de forma libre e inclusiva. Estamos constantemente intentando innovar y encontrar claves para facilitar el aprendizaje”.

Posteriormente fue el turno de conocer la experiencia del Banco Santander, perspectiva que llegó de la mano de su directora de la Unidad de Conocimiento de Banco Santander, Alexandra Brandao: “La formación tradicional ya no sirve, tampoco en el mundo de la empresa, lo que nos lleva a pensar en entornos mucho más abiertos, con contenidos mucho más ágiles”, indicó, poniendo como ejemplo las“píldoras formativas” de cinco minutos de duración. Esta experta aboga por la apertura de las metodologías de aprendizaje, sobre todo en un ecosistema distinto y en continuo cambio como el actual.

La última intervención de la segunda mesa corrió a cargo del director general de TelecentreEurope, Gabriel Rissola, quien introdujo una de las grandes problemáticas actuales, el desempleo juvenil, tanto en personas no formadas como en otras con estudios superiores. En sus análisis apostó por las TICs como un nicho de empleo propio. “La Comisión Europea dice que en el sector habrá un millón de vacantes. Es un gap que se va agrandando cada año porque las universidades no producen la cantidad suficiente de profesionales que se demanda”, incidió. En el posterior turno de preguntas se analizó, precisamente, la conveniencia o no de ligar formación con competitividad.

Punto final

La jornada co-organizada por Fundación Euroamérica y Bertelsmann tuvo como broche final la intervención de José María Vázquez, secretario general de Universidades. “Las nuevas tecnologías determinan la necesidad de trabajar una nueva competencia básica, la digital, entendida como el uso crítico y seguro de las tecnologías para alcanzar los objetivos de la empleabilidad y la inclusión en la sociedad. Es una tarea compleja y de largo recorrido”, afirmó el representante del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. En su disertación, además de recordar las medidas del Gobierno actual, no se olvidó algunos de los riesgos e incertidumbres que pueden acarrear las nuevas tecnologías, como el ciberacoso la importancia de la prevención de conductas en redes sociales, una “política inexcusable”, según subrayó.

La Comisión Europea estima que, sólo en la UE, y en lo que respecta al ámbito de las nuevas tecnologías, se generarán a finales de este año 900.000 oportunidades que no podrán cubrirse. Fue el dato que remarcó el representante gubernamental a la hora de hablar de las oportunidades. “Estamos encaminándonos a una nueva era que, probablemente, cambie la educación. Todavía no hemos explorado todas las opciones”, finalizó. Los retos, las incertidumbres y las oportunidades que vislumbra el horizonte tecnológico vinculado a la educación se antojan enormes.