Ingreso de Colombia a la OCDE
En mayo del año 2013 el Consejo de la OCDE decidió abrir discusiones con Colombia para evaluar la posibilidad de su ingreso a la organización. En octubre de 2013 se lanzaron las discusiones técnicas y se da inicio a todo el proceso de evaluación. Finalmente, Colombia fue invitada formalmente a ser miembro de la OCDE en mayo de 2018.
Durante el proceso de adhesión, Colombia puso en marcha reformas estructurales para armonizar su legislación, sus políticas y sus prácticas públicas con las normas de la OCDE.
El proceso brindó al país la oportunidad de debatir los principales temas y retos de política pública en un contexto multilateral y aprender de experiencias de países miembros de la OCDE.
Colombia depositó el instrumento de adhesión ante la Embajada de Francia en Bogotá el 28 de abril de 2020, convirtiéndose en el Estado miembro número 37 de la OCDE y tercer país miembro de América Latina y el Caribe, al lado de México y Chile.
19 de noviembre de 2020
Ingreso de Colombia a la OCDE: implementación de estándares financieros
Jorge Castaño, Superintendente financiero de Colombia
[Pulsad en IMAGEN]Colombia en la OCDE
Gloria Alonso, Embajadora Alterna de Colombia ante la OCDE
[Pulsad en IMAGEN]La Fundacion Euroamerica, junto a la Fundación Consejo España- Colombia y la Embajada de Colombia en España, organiza este encuentro cuyo invitado de honor es el Superintendente financiero del Gobierno de Colombia, Jorge Castaño para reflexionar sobre la implementación de estándares financieros consecuencia de la incorporación de Colombia a la OCDE.
Comienza el encuentro con unas palabras de bienvenida de Angel Durández, Vicepresidente de la Fundación Euroamérica y moderador del encuentro, quien pasa la palabra a Trinidad Jiménez, Presidenta de la Fundación Consejo España-Colombia.
Trinidad Jiménez recuerda que Colombia es el tercer país miembro de la región, América Latina, en la OCDE tras Chile y México, por tanto, ocupa un lugar muy destacado, muy relevante dentro de la OCDE y dentro de los estándares exigidos. El proceso de adhesión comenzado en 2013, ha supuesto para Colombia muchísimas reformas estructurales para tratar de armonizar su legislación, sus políticas, sus prácticas públicas y adecuar la gran norma de la OCDE, en particular, sobre cuestiones laborales, de reforma de su sistema de justicia, de anti sobornos, asuntos de educación, de sanidad y de comercio.
Ramón Jaúregui, presidente de la Fundación Euroamérica, inicia sus palabras resaltando que la pertenencia a la OCDE supone el cumplimiento de una normativa muy exigente en el ámbito interior, pero además implica la adhesión de sus estados miembros a una serie de convenios internacionales que comprometen al país que se adhiere a la OCDE, en este caso a Colombia, porque armoniza su regulación en el entorno del mundo desarrollado, desde el punto de vista económico, acredita al país ante mercados, inversores y también ante los países hacia los que exporta sus productos. “ La seguridad jurídica que configura el marco OCDE le da una gran solvencia al país y además le obliga a una larga marcha de perfeccionamiento en su normativa interior para gradualmente ir alcanzando mejores posiciones en lo que llamaríamos el perfeccionamiento del ordenamiento regulatorio de interno del país”.
Pero “también implica una participación del país, de Colombia, que junto a México y Chile participa desde el lado latinoamericano, en esta gran ausencia del momento que es la gobernanza de la globalización. Porque realmente yo creo que es muy notoria esta ausencia de una gobernanza más ordenada de la gran globalización económica, financiera, productiva que se ha venido produciendo los últimos 20 años. Entonces, creo que esto ya en sí mismo, implica un protagonismo de país que le coloca en el espacio de los grandes países desarrollados del mundo y, por eso, quiero celebrar con Colombia este acontecimiento que también lo es para América Latina”.
La incorporación de Colombia a la OCDE dice para terminar, es de estas noticias que proporcionan a la Europa que mira con afecto a América Latina, serenidad, estabilidad, porque desgraciadamente, y más en los últimos meses, se perciben imágenes de un cierto frentismo político, de una inestabilidad política grande.
Ángel Durández da la palabra a la Embajadora de Colombia ante el reino de España, Carolina Barco, quien en su breve intervención recuerda el gran esfuerzo que ha supuesto para Colombia su incorporación a la OCDE pero también que es un gran reto acabar de cumplir con todos los compromisos y seguir mejorando. Resalta la importancia de la inversión española Colombia, con más de 570 empresas que han servido además para conocer las buenas prácticas y para ver cómo se está gestionando de una manera más moderna.
Termina sus palabras mostrando su afecto y despedida a España al finalizar su labor como Embajadora y da la palabra a Gloria Alonso, Embajadora Alterna de Colombia ante la OCDE.
Después de las palabras de agradecimiento , la embajadora Alonso comienza diciendo que el ingreso de Colombia a la OCDE es para Colombia una política de estado, es una política que trasciende gobiernos y un faro que va a guiar todo el diseño de las políticas públicas, de cara a un mayor desarrollo de nuestro país, a avanzar en el desarrollo en pro del bienestar de todos los colombianos.
Recuerda este largo proceso desde el año 2008 en el que Colombia se hizo miembro del Centro de Desarrollo que es, de alguna manera, un grupo de trabajo anexo a la OCDE, pero es a partir de 2011 cuando Colombia inicia todo este proceso manifestando su interés de convertirse en miembro de la organización. En el año 2012, se recibe la invitación oficial para presentar la candidatura y el periodo 2013-2018, es un proceso de trabajo en el que la organización evalúa cada uno de los temas, se revisan estándares, instrumentos legales, etc. hasta que en 2018 la OCDE invita oficialmente a Colombia a ingresar en la Organización por cumplir estándares legales y técnicos. Entre 2018 y 2020, Colombia tuvo que llevar a cabo el proceso legal y constitucional para dirigirlo a la OCDE y cumplir con la revisión constitucional, lo que ocurrió entre el momento en que se aprueba la ley, el año 2019 y abril del presente año, cuando la Corte constitucional dijo que la ley está sujeta, por supuesto, a Constitución colombiana. En abril de 2020, se anunció formalmente el ingreso de Colombia a la organización.
Pero ¿qué beneficios tiene para Colombia ser miembro de la OCDE?, la Embajadora se refiere al aumento de la confianza inversionista y a que el 80 por ciento del comercio mundial lo mueven los países que hoy en día son miembros de la OCDE. Las reformas estructurales realizadas para su ingreso pueden generar un aumento en el ingreso per cápita de los colombianos en, por lo menos, uno y medio por ciento además de la mejora en su posicionamiento internacional. Durante el proceso de adhesión, Colombia adhirió al código de liberalización, es decir, Colombia asume que no tiene prácticas discriminatorias para el inversionista internacional lo que hace que sea un país atractivo para la inversión. Pero, asimismo, se diseñaron políticas públicas, en la economía digital, en ciencia y tecnología, en gobierno corporativo.
Comenta que queda todavía una agenda de tareas pendientes como son los temas de justicia, de políticas anticorrupción y en política regulatoria, una agenda de trabajo importante en el comité de pesca, el medio ambiente , y su ‘talón de Aquiles’, una tasa de informalidad que ronda al 60 por ciento.
Termina su intervención diciendo que una de las grandes ventajas de ser miembros de la organización, dice, es que permanentemente se cuenta con el apoyo de la OCDE no solamente en el diagnóstico sino también en el diseño de las políticas y comenta la Embajadora que el papel de la Delegación ante la OCDE es ver que Colombia aprovecha al máximo todas estas oportunidades que brinda la organización, aprendiendo de los países y socios en la OCDE.
El vicepresidente Ángel Durández da la palabra al Superintendente financiero Jorge Castaño quien inicia su intervención definiendo a Colombia como un país muy apegado a las instituciones que necesita conservar y consolidar su credibilidad, no solamente en los mercados internacionales financieros, sino en todas las perspectivas.
Contestando a la pregunta ¿qué hace la superintendencia financiera trabajando en estos temas de mejores prácticas? comenta que hay que tener en cuenta que Colombia tiene unos conglomerados financieros tanto en el orden nacional como en el orden internacional con gran presencia en toda la región de América Latina especialmente en Centro América. “Lo que aquí decidamos hacer con nuestro sistema financiero, sumándonos a las buenas practicas, va a suceder en otras jurisdicciones diferentes a Colombia”.
Entendemos la necesidad de una transformación digital y que se requiere, que esos mejores estándares nos ayuden a que tengamos un sistema financiero, atractivo, dinámico y, sobre todo, muy funcional para el desarrollo del país. Esa es la gran ganancia que estamos viendo nosotros. Destacó un indicador y es el de la inclusión financiera: Toda esta transformación de movernos a una convergencia seria, decidida, en materia de estándares internacionales, siguiendo los debates que se dan en la OCDE, nos han ayudado a consolidar una mejor inclusión financiera y esto se traduce en bienestar de nuestra sociedad. Hoy el 85.9 por ciento de los colombianos adultos tienen por lo menos un producto o un servicio dentro del sistema financiero.
Otro ejemplo que muestra lo que significa poder tener incorporados estándares internacionales en el país es la situación del Covid, que por supuesto nos ha tomado a todos por sorpresa, y que exige de las autoridades económicas una reacción rápida y efectiva, pero encuentra muy bien situado al sistema financiero local desde la perspectiva de mayor nivel de capital. Tenemos comparativas con lo sucedido con establecimientos de crédito en EEUU, de lo que está sucediendo en Europa, de lo que sucediendo en Colombia, y eso ayuda a que podamos preparar y gestionar de mejor manera ese elemento de riesgo. Se han dado durante este tiempo del Covid, ayuda a todas las familias y a todas las empresas del país, a través de instrumentos que se canalizan por el sistema financiero.
El fortalecimiento institucional que se ha logrado a través de este proceso de acceso a la OCDE, da una gran potencia al desarrollo de Colombia, por ejemplo, en el fortalecimiento de la superintendencia,” tengo el honor de ser el primer superintendente elegido, basado en los principios de la OCDE”, se ha enriquecido el sistema financiero y ayuda a generar bienestar a lo largo de las políticas públicas que hemos venido beneficiando.
Hoy se tienen las mejores prácticas del gobierno corporativo para los emisores lo que ayuda a atraer la inversión, a ser transparentes y a poner al consumidor financiero en el centro de toda esta discusión. Estas etapas de modernización del sistema financiero sólo han sido posibles bajo la guía y el acompañamiento de los mejores estándares a nivel internacional.
Considera importante resaltar que este proceso para Colombia ha sido también una gran oportunidad para aportar, encontrando su espacio en los diferentes comités en los que participan. Es necesario entender lo que están haciendo los grandes y poder aportar lo que Colombia está desarrollando ya que, como ejemplo, está liderando en la región un avance en la transformación digital de un sector que es clave para cualquier desarrollo que es el sistema financiero. El sistema financiero colombiano, dice, tiene una potencia de digitalización, donde hay un moving digital, movilidad, donde los teléfonos celulares, los teléfonos inteligentes, y los no tan inteligentes, sirven como instrumentos de hacer pagos, blockchain como tecnologías disruptivas etc. Menciona también, los criptoactivos, el Crowdfunding, el Open Banking y la necesidad de trabajar en tercerización, incluso del score bancario, algo fundamental, siguiendo las grandes líneas porque así se generará mejor eficiencia y se tendrá una oferta de servicios financieros digitales.
Finalizando su exposición recuerda que todavía hay grandes retos y la inclusión financiera sigue siendo una prioridad – juventud, mujeres, ruralidad etc.- es una agenda en la que seguir trabajando que exige comprometerse como autoridades en diferentes planes de trabajo, en la adopción de estándares, en los diferentes segmentos y sin olvidar los estándares de environment social y las finanzas verdes. La superintendencia financiera y el gobierno nacional avanzan en tener las mejores guías, las mejores prácticas para que los inversionistas institucionales inviertan en este tipo de instrumentos y que cuando hagan esos análisis, tengan en consideración elementos medioambientales de impacto social y de gobierno corporativo.
Termina diciendo que “todo esto son avances que pueden sonar grandes, que pueden sonar retadores, que pueden sonar de gran impacto, estamos absolutamente convencidos que nos van a ayudar específicamente a avanzar.”
Comienza el Coloquio con dos preguntas de Ramon Jauregui sobre la necesidad de que la OCDE avance en el tema de finanzas sostenibles o finanzas verdes, tema en el que la Unión Europea ha hecho ya un desarrollo, una ingeniería que para su sistema bancario se está convirtiendo, en lo que se llama la taxonomía sostenible y la segunda pregunta es sobre el aspecto fiscal y los problemas creados para las haciendas locales por la ingeniería fiscal de las grandes corporaciones.
Por su parte Jose María Roldan, presidente de la AEB, después de hablar de “la luna de miel “que la banca está viviendo en la pandemia, viéndose como un apoyo, una solución por las ayudas que se están concediendo, piensa en el futuro, en la post-pandemia previendo problemas de supervisores pidiendo aumentos de provisiones, gobiernos pidiendo que se mantenga el apoyo a los sectores productivos, clientes con impagos etc. por lo que los bancos van a tener problemas. En este contexto la pregunta es ¿cómo ves el mundo de la cooperación nacional, de instituciones, en la cooperación internacional entre distintas instituciones, en el mundo post-Covid?, y ¿qué prioridades a fijar: mantener la cultura de pago, mantener la integración financiera, realmente aprovechar esto para avanzar en lo sostenible, lo digital?
Oscar Díaz Canel, Relaciones Institucionales de BBVA, se interesa por ¿cómo ve preparada la banca en Colombia para afrontar el impacto de la crisis sobre las empresas y familias, no solo en Colombia sino también en aquellos países donde la banca colombiana se ha extendido significativamente, Centroamérica, sobre todo, donde la pandemia ha tenido incluso un mayor impacto macroeconómico que en la propia Colombia, y en particular qué tipo de experiencias registradas en otros miembros de la OCDE podrían ser trasladables a Colombia para gestionar el incremento de la morosidad producto de esa crisis?.
El Superintendente Castaño, responde a las dos últimas preguntas admitiendo los grandes retos a afrontar en lo que queda de este año, en revelación de riesgo y lo que viene para el año próximo y que van a vivir todos los sistemas financieros y todas las autoridades en función de que la reactivación económica se de lo más rápida posible y lo más positiva posible. Habrá sin duda momentos más exigentes en términos de deterioro de la cartera. La noticia positiva es que se tiene una mejor preparación para absorber todos estos choques. “Llevamos buenos años moviéndonos a tener mejores condiciones de capital para que el sistema financiero sea hoy parte de la solución y no un amplificador del problema”. Pero hay que ir con cautela, con prudencia. No se podrán facilitar moratorias irresponsables de pago y por supuesto, hay unos sectores que se reactivan más rápido y otros que se reactivan menos rápido,” sabemos que existirá un deterioro natural del propio comportamiento de la economía pero estamos de alguna forma tranquilos en el sentido en que contamos con las herramientas para poder gestionar elementos de materialización de riesgos”. La segunda consideración mencionada es ¿qué práctica internacional puede ser relevante, qué estamos analizando justo en este momento, cómo gestionar activos improductivos? “Yo creo que en Europa tiene una muy buena experiencia en términos de cómo ayudar al sistema financiero a que todos los activos que se vuelven improductivos por castigos de carteras, bienes recibidos en pago, puedan ser gestionados de una mejor forma para darle un tiempo razonable y podamos aplanar la curva, también, en términos de una probabilidad de crisis financiera.”
En respuesta a Ramón Jauregui el Superintendente reconoce el trabajo de la Unión Europea en términos de finanzas sostenibles y esa es la guía que Colombia está adoptando. “Hay que entender qué es bueno, qué no es bueno y qué se puede adaptar a Colombia y en el caso de las finanzas sostenibles, la velocidad no era la mejor, hay que reconocerlo, pero en este momento hay que aprovechar y hay que hablar de reactivación verde, pero no solo de eso sino también de lo que tiene que ver con equidad de género, con transformación digital, apoyo de pequeñas y medianas empresas. Creo que la velocidad ahora es más rápida de la que veíamos antes y esto nos debería ayudar a todos a salir adelante. Mucha cooperación, mucho intercambio de información y, por supuesto, debemos reconocer los avances importantes de finanzas sostenibles de la Unión Europea”.
Rafael Duarte, de Bankinter. Interviene comentando la reciente expansión de la banca colombiana en Centroamérica, de 7 años para acá, Bancolombia, Davivienda, Banco de Bogotá, excelentes nombres compitiendo con bancos canadienses en regiones donde la banca española no ha sido capaz de estar, de instaurarse. Su pregunta es sobre la coordinación en las políticas de prevención de blanqueo de capitales y de financiación de terrorismo, en estas diferentes legislaciones, con el criterio colombiano.
Responde el superintendente Castaño: Confirma que esos riesgos, en esta situación de pandemia, se han exacerbado, la prevención del lavado de activos la financiación del terrorismo, de las armas de destrucción masiva, parecían mas lejanas que cercanas, y no es así. “La ventaja que tenemos nosotros es al tener esa ley de conglomerados financieros, hoy, la gestión de riesgos se administran desde la holding en su ubicación, en Colombia ¿qué significa esto es del punto de vista práctico? Que el estándar que adopta cualquiera los bancos, es un estándar que se extiende a lo largo de la región. Nosotros como superintendencia participamos en el Comité centroamericano de supervisores bancarios. Allí tenemos el liderazgo del Comité de prevención del lavado de activos, precisamente para que, como autoridades de supervisión, nos coordinemos y adoptemos las mejores prácticas. Cada vez es más exigente, ya no es suficiente solamente reportar operaciones sospechosas, necesitamos ser mucho más proactivos, necesitamos anticiparnos a diferentes elementos, tener matrices de riesgo, tener gente talento, tecnología muy bien desarrollada que logre un equilibrio entre inclusión financiera y una muy buena gestión de estos riesgos”. Siempre hay trabajo que hacer pero estamos dando los pasos en la dirección correcta. “Los estándares se han ido moviendo y no nos estamos moviendo solos, es una política pública, es una política del estado, que viene muy acompañado con otros aliados internacionales que nos ayudan a dar esa tranquilidad de que hay mecanismos, hay sistemas de administración y hay personas preparadas para entender los retos que significan en cada jurisdicción la gestión de este riesgo de prevención de lavado de activos”.
Finaliza el encuentro con las palabras de la Embajadora Carolina Barco quien agradece su intervención a todos los participantes despidiéndose de su responsabilidad como embajadora con afectuosas palabras.