Europa y América Latina
3 de diciembre de 2020
Comienza su introducción Ramón Jáuregui recordando unas palabras del propio Josep Borrell en la reunión que mantuvo con los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea el 12 de octubre, dedicada a América Latina en la que dijo “que la región latinoamericana no ha ocupado un lugar suficientemente relevante en nuestra agenda; es algo que debemos remediar” . Una buena base para hablar ahora de America latina.
Comenta tres parámetros que considera incuestionables: El primero, es que Europa sale fortalecida de la crisis. Nuestra sensación es que Europa ha construido una arquitectura, sobretodo económico, de recuperación muy potente y esto le ubica con nuevas posibilidades para ser un actor importante en la geopolítica internacional. En segundo lugar, es evidente que la pandemia ha tocado de manera muy directa a las poblaciones latinoamericanas y por supuesto a sus estructuras económicas y políticas de manera muy acusada. Y por último, el cambio en la administración norteamericana establece una nueva oportunidad para que Europa pueda concitar con EEUU una política quizás más acordada en América Latina. El informe que el Alto Representante acaba de hacer público habla de una nueva relación Transatlántica y por eso quizás cabe pensar que Europa y Estados Unidos pueden construir juntos, mucho mejor que en los últimos cuatro años, una política común para ese continente, para ese sub continente, para todo el hemisferio que tan necesitado está. Sobre esas tres bases se podría plantear la discusión.
Comienza Josep Borrell recordando que hace exactamente un año que entró en función la nueva Comisión Europea y desde entonces se está trabajando, desde el punto de vista temático, en tres grandes prioridades políticas: La dimensión green, el plan de la Unión Europea hacia una economía más sostenible para hacer frente al cambio climático; el digital, la transformación digital de nuestra economía garantizando que no perderemos el tren de las nuevas tecnologías y que estas no van a provocar nuevos elementos de descohesión social, de ruptura de la cohesión social, más desigualdad y el tercero es una Europa más fuerte en el mundo capaz de hacer frente a las nuevas circunstancias o desafíos geopolíticos y hemos de ver si tenemos la voluntad y los medios necesarios para llevar a cabo esta tercera misión, fácil de enunciar pero más difícil de aplicar.
Recuerda que la diplomacia ahora la ejercen los 27 y coordinarlos y hacer que sean, no solo una sola voz, que eso sería demasiado pedir, sino que eso sea un coro bien afinado, no es fácil; pasando por el comercio, donde es más fácil porque las competencias son comunitarias, la cooperación al desarrollo donde las competencias están compartidas y los elementos de gestión de crisis.
El multilateralismo no se puede practicar solo, se necesita socios para ser multilateral y la verdad es que el multilateralismo hoy en día no está excesivamente practicado; El mundo es cada vez más multipolar pero, también cada vez menos multilateral. Cuando hay alguna aportación al multilateralismo no viene del mundo occidental, sino del mundo emergente como acabamos de ver con el acuerdo en Asia sobre ese gran pacto comercial impulsado por China donde están todos los vecinos de China, incluido Japón, donde no está occidente y que agrupa el 30% del PIB y de la población mundial.
Pero la UE es esencialmente multilateral y por lo tanto, nos sentimos cómodos en un mundo regulado por reglas; pero hay muchos actores en el mundo, hasta ahora Estados Unidos, que no estaban en eso. El, Covid 19 ha sido un agente inesperado que ha alterado todo, nuestras vidas y nuestra actividad y la lucha por frenar su extensión se ha convertido en el principal objetivo, desafío mundial, con un impacto especialmente devastador en América Latina. El sudeste asiático está saliendo muy bien librado económicamente y desde el punto de vista sanitario; África está saliendo mejor, mucho mejor de lo esperado desde el punto de vista sanitario pero muy mal desde el punto de vista económico; América Latina está saliendo mal desde los dos puntos de vista, el económico y el sanitario. La crisis sanitaria, se ha convertido en una crisis económica, la crisis económica ha producido una crisis social y la crisis social producirá crisis políticas; América Latina ya las está viendo.
En Europa hemos reaccionado mucho mejor que en la anterior crisis del euro; rompiendo tabúes y abriendo el camino hasta ahora cerrado al endeudamiento colectivo y hacer transferencias, no solamente créditos a los estados miembros. Se ha aumentado el nivel de solidaridad y la respuesta a la crisis ha sido mucho más rupturista de lo que se podía pensar; hemos hecho un upgrade a la solidaridad europea y eso nos hace avanzar en nuestra integración.
Pero mirando a América Latina, sus gobiernos tienen muchas dificultades para acceder a los mercados y obtener liquidez; El Informe de América Latina, Agenda para la Recuperación que habéis hecho, la Fundación Euroamérica y la Fundación Iberoamericana Empresarial con el apoyo de la Caf , lo plantea en términos de reformas estructurales, sin duda necesarias porque estamos ya ante, lamentablemente, otra década perdida para América Latina. El Informe hace especial referencia a la importancia de la integración regional porque en ausencia de una estructura político-económica como la que tenemos aquí en Europa, América Latina se va a ver frenado por la fragmentación regional .Podemos decir que América Latina está siendo, de lejos, la región del mundo más afectada por la pandemia. Solo es el 8% de la población mundial pero ha registrado un tercio de las muertes provocadas por el virus. Los excesos de mortalidad con relación a la preexistente son más del doble de lo que normalmente se hubiera esperado.
Las consecuencias de esta pandemia se ven exacerbadas por cuestiones sociales muy presentes en la región, la desigualdad; superpoblación de las ciudades. la falta de seguridad y unos sistemas de asistencia sanitaria débiles y sobrecargados. Son desafíos cotidianos para los 650 millones de habitantes de la región. Ya podemos decir que estos se enfrentan a su peor recesión histórica; el fuerte aumento de la pobreza- superará el 37%- y del desempleo, refleja un retroceso de 15 años debido en gran parte al trabajo informal en la región que supera el 50%.
Para hacer frente a esta crisis será necesario un altísimo nivel de solidaridad con los países más vulnerables. Hasta que no dispongamos de una vacuna efectiva y segura y no solo a disposición de los países ricos, sino de todo el mundo, seremos vulnerables por lo que hacen falta soluciones globales y la UE está intentando ocupar un lugar central en esta respuesta internacional, con respecto al resto del mundo.
Se ha tenido que reorientar los 38 mil millones de euros para ayudar a terceros países a hacer frente a la pandemia. No son nuevos fondos sino fondos reasignados para atender a una prioridad imprevista y se ha ido deprisa en el desembolso por la situación de emergencia, y se ha hecho haciendo equipo con los estados miembros lo que sería deseable siempre. La gravedad de la situación en América Latina, es una oportunidad de la Unión Europea para intensificar su compromiso con esta región, cuya importancia estratégica ha pasado desapercibida en Europa durante demasiado tiempo.
Recuerda el Alto Representante la importancia de las inversiones europeas en America latina “ Cuando hablamos de la relación trasatlántica parece que América Latina no estuviera también del otro lado del Atlántico; la relación trasatlántica es, por antonomasia, la del Atlántico norte; nadie habla de la otra relación trasatlántica, la del Atlántico sur pero habría que incluirla en esta perspectiva trasatlántica”. Europa no es consciente de que las empresas europeas han invertido en América Latina más que en Rusia, India, China y Japón juntos. Nos unen además muchos lazos que hay que poner de relieve: El histórico primero: hay una historia enorme compartida en el siglo XVI pero no por todos los países europeos. Políticamente somos socios con el G20, con México, Brasil y Argentina tenemos prioridades coincidentes, el Acuerdo de París contra el cambio climático, la Agenda 2030; institucionalmente es difícil encontrar otra región del mundo con la que tengamos tantos lazos institucionales, diplomáticamente, por ejemplo si sumamos nuestros votos y los de ALC, somos un tercio de los votos en Naciones Unidas. Desde el punto de vista comercial cita los acuerdos suscritos con 27 de los 33 países. Somos el principal inversor en la región y el tercer socio comercial. Culturalmente, compartimos idiomas y un marco similar de referencias culturales. En resumen, somos los pueblos más afines del mundo y a pesar de ello, nuestra relación está muy por debajo de su potencial; Europa no le da a América Latina su importancia estratégica y hay que corregirlo.
Somos socios estratégicos declarados pero no nos frecuentamos mucho, menciona las visitas canceladas debido a la pandemia, la escasez de Cumbres regionales o bilaterales etc. , pero el problema no es solo del lado europeo, las divisiones dentro de América Latina han afectado enormemente el funcionamiento de la CELAC, así como momentos álgidos en algunos países como en Chile con el proceso de redactar una nueva constitución, o Bolivia con el resultado de las pasadas elecciones, extraordinariamente positivo en cuanto a lo ordenado, pacífico y aceptado por las partes en litigio.
Considera que hay un descuido más general de América Latina en el sistema internacional, poniendo como ejemplo que hoy en día no existe ningún centro latinoamericano para la prevención y el control de las enfermedades, cuando lo hay en todos los continentes; Eso demuestra la falta de aproximación común a problemas que ahora de repente aparecen como comunes.
Esta situación de abandono ha dejado abierta la puerta a otros agentes, como China que ha sido muy proactivo y ahora es el segundo socio comercial y por ello somos ahora el tercero, China nos ha pasado por delante.
¿En qué se concreta mi compromiso con América Latina? La pandemia ha variado los planes en los últimos meses en los que se han analizados el impacto de las pandemia en América latina, se ha hecho balance de nuestras relaciones y resalta que en diciembre se celebrará la conferencia ministerial en Berlín, virtual, con los ministros de Europa y de América latina. Es un impulso de la presidencia alemana y es positivo señalarlo ya que este encuentro podría servir para iniciar una nueva dinámica de compromiso al alto nivel.
A continuación menciona los acuerdos en negociación que considera claves, destacando:
Mercosur: Si se consigue llevarlo a buen fin sería un acuerdo de asociación sin precedentes para ambos bloques, pero el clima político actual desgraciadamente no facilita esta ratificación. Recuerda que hay elecciones en países claves como Alemania, Francia o Brasil y considera que hay que aprovechar la presidencia portuguesa para impulsar este acuerdo. No es un mero acuerdo de libre comercio, ni Mercosur ni la Unión Europea somos dos simples zonas de libre comercio. La Unión Europea es un proyecto político y el acuerdo con Mercosur tiene una gran importancia geopolítica. Es una herramienta que debe permitirnos responder desde una mejor posición a desafíos mundiales. Desde el punto de vista de los problemas ambientales habrá que pensar si la preocupación ambiental se sirve mejor con un acuerdo que sin Acuerdo.
Chile: cuya modernización considera clave. Recuerda que fue el primer país de América latina en firmar un acuerdo de asociación, en el 2002, y que ha funcionado muy bien. Queremos, dice, terminar este acuerdo lo antes posible
México; También hace 20 años que se firmó el acuerdo y como resultado hoy somos la segunda fuente de inversión extranjera directa en México. Se está negociando su modernización introduciendo más objetivos y además mas ambiciosos.
Los acuerdos con Mercosur, Chile y México deben servir para revitalizar la otra relación trasatlántica; fortalecer los lazos que tenemos en común con América Latina y promover la recuperación económica.
Termina su intervención dirigiéndose a la Fundación Euroamérica diciendo: “Ustedes pueden hacer mucho, ya están haciendo mucho y seguro que harán más para llevar a la práctica estos objetivos. Muchas gracias.”
Interviene a continuación Josep Piqué, presidente de la Fundación Iberoamericana Empresarial, coimpulsor del documento América Latina: Una agenda para la reconstrucción quien destaca la satisfacción de FIE por haber colaborado en el informe que define como pragmático y que contiene además recomendaciones precisas y expresa el deseo de darle continuidad, concreción y contenido a las medidas empujando hacia las diferentes instituciones, tanto en Europa como en América Latina para que, efectivamente, entre todos avancemos en la dirección correcta.
Víctor Rico, Secretario General de CAF , patrocinador del informe : Inicia sus palabras diciendo que la crisis del Covid no solamente ha mostrado las falencias estructurales de los países de ALC en materia de su sistema de salud, sus sistemas públicos y problemas como la informalidad sino que también ha mostrado las debilidades y las carencias de sus esquemas de integración. Más allá de algunas iniciativas muy puntuales, no se ha podido ver una acción colectiva para enfrentar la pandemia. En este escenario complejo y de incertidumbre resulta aún más necesario fortalecer la cooperación transatlántica y en particular la cooperación en la dimensión iberoamericana.
En cuanto a las dificultades para acceder a recursos financieros, considera que los esfuerzos que se hacen en CAF y otros bancos multilaterales son importantes pero son insuficientes. Se ha lanzado una iniciativa para crear un fondo de infraestructura para desarrollar proyectos de integración regional e integración digital a través de la emisión de bonos que puedan ser garantizados por los países desarrollados. Como parte de esta iniciativa, el Gobierno de España ha apoyado una derivada de esta iniciativa con el Banco Europeo de Inversiones que permitirá cofinanciar proyectos entre CAF y el BEI en América Latina.
Ángel Durandez comienza el coloquio dando la palabra a un invitado muy especial, el Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, país presidente pro tempore de Mercosur, don Francisco Bustillo: Su reflexión se refiere a la situación de un mundo que se está fragmentando mientras que la UE y Mercosur tienen entre manos un muy buen acuerdo cuyas negociaciones después 20 años culminaron en junio del año pasado y sin embargo, transcurrido el tiempo aún no se ha firmado. Entonces, yo me pregunto” ¿cómo se compadece ese multilateralismo que pregona la Unión Europea, que me consta que encarna en la figura de Josep Borrell, cómo se compadecen esas dificultades que tenemos para firmar el Acuerdo Unión Europea-Mercosur?”, por su parte José Ignacio Salafranca pregunta al Vicepresidente si sería realista, sustituir la red de acuerdos bilaterales y regionales que tenemos por un amplio acuerdo que de cobertura geográfica completa a la relación. La cooperación no debería plantear un problema, los aspectos de asociación tampoco. Me pregunto, si para facilitar la firma del Acuerdo con Mercosur y permitir el proceso de ratificación en el Parlamento Europeo, se contempla dividir el Acuerdo en función de la parte comercial y otra en la parte mixta para abrir ese proceso de ratificación?
Habla María Salvadora Ortiz en representación SEGIB y agradece a la Fundación Euroamérica, a la CAF y a la FIE por el informe “que va a ser un insumo muy importante para la Cumbre Iberoamericana”, reiterando la invitación al Sr. Borrell a la misma en abril. Finaliza también agradeciéndole la invitación a la Secretaria General a la reunión ministerial de Alemania
Trinidad Jiménez pregunta ¿Cómo vamos a hacer desde la Unión Europea para entrar en ese sándwich que ahora mismo va a ser un poco más intenso. Por un lado tenemos una mayor y creciente presencia de China en la región que además es querida también por los países la región y por otro lado la nueva administración norteamericana con Biden que quizás quiera tener una mayor presencia, en el buen sentido de la expresión, en América Latina. ¿Qué papel podemos jugar nosotros como Unión Europea? , es necesario que entremos y que entremos de una determinada manera desde mi punto de vista con un fuerte relato y compromiso político.
El Vicepresidente Borrell responde al Ministro Bustillo que detrás de las preocupaciones ambientales hay reticencias pero por ambos lados, no solamente por la parte europea también se han visto de algunos países latinoamericanos. Pero hay una preocupación fundamental sobre el alcance del compromiso medioambiental y las ONG se han encargado de poner de manifiesto que ese compromiso no tiene el mismo ranking que otros compromisos de tipo socioeconómico o sociopolítico. Eso no debería ser un obstáculo insalvable; todo va a depender de cómo seamos capaces de maniobrar políticamente; hay que encontrar una forma de revitalizar el Acuerdo de manera que se superen esos recelos, de lo contrario no será ratificado. Hay que buscar soluciones para evitar que el tema embarranque y para eso hay que demostrar flexibilidad por ambos lados lo que va a requerir cintura política por las dos partes.
José Ignacio preguntaba si nos hemos planteado la división del acuerdo, el split entre un acuerdo comercial puramente comercial y un acuerdo omnicomprensivo; sí claro que se ha planteado. Hay que valorar los pros y los contras y está por ver que políticamente los estados miembros quieran hacerlo y cuál sería la actitud del Parlamento Europeo. Hay que ver si la división del Acuerdo en una parte comercial que no necesita ratificación parlamentaria nacional y una parte político económico o inversor cultural que si lo necesita, nos beneficia o lo hace más fácil. Habrá que hacer lo que haga falta pero hay que medir bien la estrategia a seguir. En cuanto a tener un amplio acuerdo de tipo regional como tenemos con otras regiones como con ASEAN, no francamente hoy por hoy nos damos por satisfechos si sacamos adelante Mercosur, México y Chile, después ya veremos.
Trinidad Jiménez tiene razón y probablemente hay que buscar la explicación de por qué por ejemplo tenemos un acuerdo de asociación regional con los países de la ASEAN, que son más gente que en América Latina y si hemos hecho eso con el sudeste asiático, deberíamos poder hacer lo mismo con América Latina. Se están invirtiendo esfuerzos políticos muy importantes en el partenariado con África quizás porque allí hay una Unión Africana que representa a todo el continente, que es el lugar donde se puede establecer un partenariado regional de forma eficiente y omnicomprensiva. La nueva administración americana va a podernos ayudar a reiniciar las relaciones; va a haber menos polarización dentro de la propia América Latina entre un bloque muy próximo a Estados Unidos y un bloque más autónomo, desde el punto de vista de sus posiciones políticas. ¿Influimos los europeos en América Latina suficientemente? Claramente no .Haremos todo lo posible para ir mano a mano con la administración americana; Creo y espero que las relaciones con Estados Unidos serán más equilibradas.
Con este interesante coloquio finaliza el encuentro.