Coloquio online con Fernando Carrillo
Abogado y socioeconomista. Exprocurador General de la Nación de Colombia
6 de abril de 2022
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RESEÑA
El vicepresidente de la Fundación, José Ignacio Salafranca presentó al invitado, Fernando Carrillo, quien habló de la situación política en Colombia después de las elecciones legislativas de marzo y de cara a las elecciones presidenciales, un escenario en el que según las encuestas, ninguno de los candidatos ganaría en la primera vuelta (el 29 de mayo).
El Sr. Carrillo afirmó que los comicios se desarrollarán en un ambiente complejo debido a la extrema y creciente polarización que vive el país, gracias a una campaña particularmente larga; “es la primera vez en la historia de Colombia que prácticamente estamos hablando de 3 vueltas, porque la primera, fue la elección parlamentaria”. Explicó que, a pesar de que desde 1990 ya se había instaurado la idea de las consultas populares intrapartidistas, las cuales coinciden con las elecciones parlamentarias para elegir candidatos a la presidencia, esto no resolvió la polarización; más bien la agudizó convirtiendo esta consulta en una suerte de primera vuelta.
Aclaró que a partir de los resultados del 13 de marzo comenzó a decantarse la propuesta política de cada uno de los candidatos; aunque en el caso del Pacto Histórico “la consigna siempre ha sido ganar o tratar de ganar en la primera vuelta presidencial porque saben que de cara a la segunda, Gustavo Petro puede llegar debilitado”. El nuevo Congreso se presenta profundamente dividido, por lo que la gobernabilidad va a ser difícil, sea quien sea el presidente y a esto se suma la catástrofe de la pandemia cuya primera víctima en América Latina fue la democracia. “Hay que poner un elemento aquí fundamental y es que en el país comenzaron las protestas antes de la pandemia, reflejo de una ciudadanía muy insatisfecha que dejó unos actos de vandalismo y de radicalización pero sobre todo, el sinsabor de que ahí no hubo diálogo”. Los Congresos han sido irrelevantes a la hora de la tramitación de grandes reformas sociales, dijo, lo que ha profundizado la desconexión entre política y sociedad por lo que, independientemente de lo que pase en las elecciones, habrá que tramitar un nuevo contrato social.
Se refirió al Acuerdo de Paz como el mayor factor de división y de ruptura en Colombia por la forma como se ganó por parte de un sector ideológico el plebiscito del 2016, después el gobierno lo presentó al Congreso, lo convirtió en reforma constitucional, lo elevó a la altura de la Carta Constitucional y a partir de ahí viene un tira y afloja, que no ha permitido que su implementación abarque unas reformas sociales, que van mucho más allá del acuerdo con la guerrilla pues “constituye una especie de verdadera política de Estado y de modelo de Estado; el gran desafío para el próximo gobierno”. “Habría que pensar en cómo reconstruir ese escenario de respeto a la separación de poderes para no continuar en una degradación institucional que nos puede llevar a destinos impensables; también en cómo seguir deslegitimando la violencia. Me parece que la violencia se deslegitima por la vía del diálogo, convirtiendo los disensos en consensos y generando por ejemplo, un pacto fiscal, una de las primeras políticas a implementar en Colombia; la cooperación internacional tendrá que enfocarse a respaldar esos escenarios de diálogo porque es la única salida que tiene este país”.
Sobre las reservas con el candidato de la izquierda dijo: “Petro ha proclamado en todos los escenarios que él es hijo de la Constitución del 91, que cree firmemente en el modelo Estado social y democrático de derecho que está en la Constitución del 91 y que lo va a respetar”.
Durante el coloquio posterior, el invitado profundizó en temas como el reciente cuestionamiento a la máxima autoridad electoral, haciendo un llamado para que haya mucha observación internacional que garantice la transparencia de los comicios. También habló de la posición de los candidatos presidenciales con respecto a Venezuela, donde la mayoría coincide en que debe haber un diálogo con el país vecino.