En el formato habitual de nuestros desayunos, tuvimos en un interesantísimo coloquio a Gil Gidrón como invitado de honor, quien centró su intervención en el modelo de innovación israelí.

Comenzó haciendo una breve descripción de Israel: con 8 millones de habitantes y un desempleo inferior al 6%, no se ha visto afectado por la crisis mundial, sino que ha tenido un crecimiento de su economía en estos últimos años, con un PIB del 3, 4 y 5%. Tiene muy buenas universidades y el mayor número de premios nobel y de ingenieros por habitantes del mundo. Tiene un conflicto histórico de sobra conocido, lo que ha provocado un gran desarrollo en el país de todo lo relacionado con la defensa.

Israel no tiene recursos naturales y basa su economía básicamente en la exportación de la propiedad intelectual (2.000 millones al año). Tienen una política coordinada para la atracción de I+D a este país, lo que ha permitido la creación de 800 start-ups cada año y que las grandes multinacionales del mundo tengan un centro internacional en Israel, sumando entre todos ellos 270. El rasgo diferencial en este país en política de innovación, y probablemente la razón de su éxito, sea la creación de la figura del “Chief Scientist”, que coordina y maneja la cadena de valor del país, es independiente del gobierno y reporta directamente al Presidente, contando con un presupuesto muy superior al de otros ministerios. Él decide las tecnologías, las direcciones y los sectores donde invertir en innovación.

Según el Sr. Gidrón, es necesario desarrollar tres pilares para fomentar la innovación:
– Financiación: tiene que ir dirigida al contenido, no al continente, esto es , no centrarse en la construcción de parques tecnológicos , sino en los proyectos . La mayor parte de esta financiación tiene que provenir del mercado de capital-riesgo, más que de la banca tradicional.
– Know-how: Dado que es imposible invertir en todo, es necesaria la creación de una masa crítica.
– Fomentar la cultura del emprendimiento. En este sentido, hay técnicas que se pueden enseñar desde el colegio, al igual que para la aceptación del fracaso, muy ligada al emprendimiento.

También sostuvo que aunque la inversión sea pública, la gestión ha de ser privada y enumeró, como modelos de innovación en el mundo: el de Estados Unidos, el de los países nórdicos, el de Singapur y el de Israel.

Por último añadió que en España es necesario un cambio de la cultura en este aspecto, y fomentar y desarrollar el emprendimiento desde la enseñanza en los colegios y las universidades. Asimismo, es fundamental el cambio de los paradigmas de la competitividad en nuestro país. En este sentido dijo que tenemos que crear más valor añadido por conocimiento e innovación y ver la cadena de valor de una forma conjunta. Como medidas concretas para lograr resultados en innovación en nuestro país, abogó por la creación de un “Chief Scientist” similar al israelí, con potestad para todo el tema de innovación, independiente del gobierno, que reporte directamente al Presidente. También consideró necesaria una absoluta coordinación en este tema, así como desarrollar un pacto en innovación.