Coloquio online con Marta Lagos
Directora Fundadora de la Corporación Latinobarómetro
15 de febrero de 2022
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INFORME LATINOBARÓMETRO 2021: |
RESEÑA
Ramón Jáuregui presentó a Marta Lagos destacando la relevancia de los informes que ofrece cada año Latinoabarómetro, ya que nos conectan con esa ciudadanía, yo diría, de esperanza nueva en América Latina proporcionándonos una mirada extraordinariamente útil y necesaria en estos momentos. Añadió que el título del último reporte, Adiós a Macondo, le remitía a esa nueva realidad latinoamericana prefigurada desde hace años y exacerbada por la pandemia.
La directora de Latinobarómetro quiso resaltar que ya desde el año 95, la corporación había alertado del auge de democracias que no reunían las condiciones para llamarse plenas en ningún país, salvo Uruguay. Mi opinión no es coincidente con el reciente informe de la democracia del Economist, que rebaja a Chile de democracia plena a democracia incierta. Chile nunca debería haber estado en la categoría de democracia plena. La transición a la democracia en ese país fue sobredimensionada y se obviaron muchas señales de que la cosa no iba bien, matizó.
Explicó que durante la primera década del 2000 se sucedieron protestas en toda la región porque la insatisfacción social acumulada no se pudo contener más; existieron los datos, nosotros escribimos año tras año a lo largo de la década: esto va mal y los organismos internacionales no hicieron nada hasta que empezó a haber represaliados y presos políticos porque, insistió, ha faltado decisión internacional para llamar la atención oportunamente, a las cosas que están pasando en la región. El peor año de América Latina fue 2018, según los datos de Latinobarómetro, ese es el año que tocamos fondo institucionalmente, y en el 2020 la gente dice: Basta, adiós a Macondo.
Para la señora Lagos, los problemas de América Latina tienen que ver con la creciente insatisfacción y el empoderamiento que ha significado la llegada de la democracia, ya que le dio derechos a la gente y la gente se creyó esos derechos. Sin embargo, los estados no han sido capaces de responder a esas expectativas por varias razones: no tienen una fiscalidad que lo permite, hay poderes fácticos que no están interesados en que exista una redistribución del ingreso, no hay verdadera voluntad política y tampoco liderazgo.
Ante el evidente fracaso de las élites, la gente está cansada de la derecha y de la izquierda y lo que quiere es llegar a fin de mes sin angustia, se hace necesario un relevo dentro de la democracia porque, déjenme defender a los latinoamericanos, fustigan la democracia que hay en cada uno sus países, pero al mismo tiempo quieren democracia. ¿Dónde están esas élites capaces de responder a sus demandas? la realidad es que no existe el concepto, en esas élites, en los Parlamentos de sociedades horizontales, igualitarias, inclusivas, sin racismo y sin xenofobia; este es un problema que está en la gente y también en las élites, es político-cultural.
Estamos ante una situación fracturada hace tiempo, hace una década; esto no sucede por la pandemia, la pobreza no es el problema, el problema es la desigualdad y la desigualdad que se consolidó con la democracia. Eso es lo que ha sucedido, se consolidó la desigualdad y las élites no han logrado comprender que la gente quiere sociedades más horizontales, más igualitarias, más inclusivas, con más respeto,
Debemos hacer lo que haga falta para que se produzca un relevo positivo de las élites, reflexionó, pues a pesar de los enormes avances en la macroeconomía, la justicia o la educación en los países, no se está avanzando en el desarrollo de los sistemas políticos; la democracia representativa está en crisis. Yo creo que es ahí donde hay que ponerle mucha ayuda a pensar liderazgos, en fin, ayudar a los líderes jóvenes, formarlos, mostrarles el mundo para poder ayudar a América Latina.
Al finalizar la intervención de la señora Lagos, como es habitual se dio comienzo a un coloquio con los asistentes que realizaron interesante comentarios y preguntas.