Desayuno-coloquio con Ricardo Alfonsín
Embajador de Argentina en España
18 de febrero de 2021
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RESEÑA
Comenzó el Embajador Alfonsín recordando que “España y Argentina están unidos por fuertes lazos históricos, culturales, políticos, afectivos y de recíproca solidaridad como ha quedado demostrado en varias ocasiones a lo largo de la historia de ambos países” agradeciendo el apoyo en la escena internacional que Argentina siempre encuentra en el gobierno de España.
Antes de centrar su intervención en la gestión del nuevo gobierno argentino liderado por el Presidente Fernández, se refirió brevemente a la situación que encontró cuando se produjo el cambio de gobierno indicando que “la gestión anterior lamentablemente no consiguió resolver los problemas económicos y sociales existentes al comienzo de la misma, como la inflación que se duplicó; la recesión, que se profundizó de manera importante; y el desempleo y la pobreza aumentaron”. También mencionó el aumento significativo del endeudamiento, que se hizo frente a unas tasas muy altas con plazos muy reducidos. “A esta situación, ya de por sí compleja, se sumó la pandemia y, como en todos los países, cualquiera haya sido la estrategia sanitaria adoptada para enfrentarla, sus consecuencias sobre la economía fueron muy negativas”. Ante esta situación relató que, habiendo que optar entre la economía y la salud, Argentina priorizó la salud, ya que “nuestro país no contaba con un sistema sanitario que estuviera en condiciones de enfrentar la pandemia y reducir su letalidad había que ganar tiempo para adaptar el sistema de salud”. Enumeró, no obstante, una batería de medidas adoptadas para ayudar a la economía como la inversión de siete puntos porcentuales del PIB a través de distintos instrumentos, como ayudas a los empleadores para pagar los salarios a sus trabajadores a través de las ATP, subsidios a la producción; créditos a tasas cero, prórrogas fiscales, etc. Añadió que “en este contexto se negoció la deuda con los acreedores privados llegándose a un acuerdo muy bueno para Argentina.”
Continuó su intervención indicando que “una vez se capacitó el sistema de salud, como ocurrió en otros países del mundo, y a medida que las terapias contra la Covid empezaron a progresar, las restricciones de movimiento se fueron flexibilizando y con ello la economía empezó también a manifestar signos claros y evidentes de recuperación”, si bien no de manera pareja en todos los sectores.
Pasó a relatar las expectativas de fututo de su país, apuntando que bancos de referencia internacional auguran en Argentina “el mayor crecimiento de toda Latinoamérica y estimaciones internas hablan de un crecimiento del 6, 7 y hasta del 8%”, anunciando unas inversiones de siete mil millones de dólares correspondientes a diferentes empresas. “Argentina tenía y tiene problemas serios pero ha demostrado tener una gran capacidad de resiliencia”. Opinó que esta situación puede convertirse en una oportunidad para Iberoamérica y en particular para España, que podría volver a ser el primer inversor externo en la Argentina.
Como ventajas objetivas de su país apuntó ser el tercer PIB de América Latina, con 195 millones de consumidores, un gran potencial en recursos naturales, segundo yacimiento del mundo en gas, cuarto en petróleo no convencional y con una apuesta clara hacia las energías renovables; tienen importantes yacimientos de Litio y son el octavo país del mundo en tamaño con el 53% de tierras cultivables y con un gran desarrollo digital y tecnológico en la cadena agrícola y alimentaria. Destacó igualmente que el 60% de su población tiene menos de 35 años y que cuenta con cinco de los dieciséis unicornios que hay en América Latina. Destacó que “compartimos los objetivos de la Unión Europea: digitalización de la economía, transición, energía renovable, perspectiva de género y revolución 4.0”.
Concluyó su intervención con una reflexión de orden geopolítico “en gran parte como consecuencia del formato neoliberal asumido por la globalización y en gran parte como consecuencia del nuevo concepto de la división internacional del trabajo asociado a ese formato, el mundo asiste a la emergencia de nuevos actores internacionales con peso cada vez más decisivo y a profundas transformaciones en las relaciones de poder”, “estos cambios representan desafíos tanto para Europa como para América Latina a los que hay que agregarle los que plantea la Covid, cuya evolución todavía es incierta”, “Argentina y España deben asumir el compromiso de una acción conjunta que permita evitar que se diluya la profunda relación que une a Europa con América”, “Argentina con España es más Argentina y España con Argentina es también más España; que entre ambos podemos trabajar para hacer que las regiones de pertenencia sean un fuerte polo de referencia para la construcción de un mundo más próspero, más pacífico, más justo, más libre y más democrático”.
A continuación, en el turno de coloquio con los asistentes, se habló de un gran número de temas como los elementos para trasladar a empresarios para seguir manteniendo la confianza en Argentina; del Acuerdo UE-Mercosur; la transformación digital de las industrias; la negociación de la deuda con el FMI o las acciones para el ingreso de Argentina en la OCDE entre otros temas.